viernes, 30 de mayo de 2014

Coherencia

Un Viernes de Reflexión más llega a este rinconcito. Tengo cosas que contar, pero muy poco tiempo y días muy intensos y más que vendrán porque este fin de semana es completo con formación, así que si puedo, os cuento después y si no es así, pues habrá que esperar un par de días... De momento, vamos a ver qué buda nos toca hoy.


El buda de la coherencia


"El sabio es recto como el 
arquero que endereza una flecha" 

El arquero es una figura muy empleada por el zen para expresar el espíritu bien entrenado. En su libro Zen en el arte del tiro con arco, Eugen Herrigel habla de su progresión mística a través de esta actividad: sus recelos, su angustia, los fracasos y proezas que acaban conduciéndole al satori o iluminación.

El buen arquero se funde con el arco en un ritual espontáneo, libre de esfuerzo y propósito, de modo que el tiro "caiga del tirado como una fruta madura". Cuando alcanza el clímax de la perfección, el arco y la flecha, la diana y el arquero, llegan a ser una misma cosa, una unidad que fluye naturalmente.


Imagen de la página La Flecha de Madera,
en su entrada Arquería tradicional en el Japón
Del mismo modo, el arquero de la vida cotidiana debe aspirar a la coherencia entre el pensamiento y la acción, entre los medios y el fin.

Cada acto es una oportunidad para perfeccionar el espíritu y aproximarse a la sabiduría y la iluminación.


Nubes que pasan

Los meditadores poco experimentados preguntan a menudo qué hacer con los malos pensamientos que entran a menudo en la mente. La respuesta es simple, los pensamientos no son en sí buenos o malos, por lo tanto hay que dejarlos pasar como si fueran nubes.

No puedo decir nada al respecto del arquero. Creo que todos hemos visto en alguna ocasión alguna película, dibujos animados o serie en donde justo aparece esta figura, con su maestro y enseñanzas... Me parece totalmente admirable tal entrenamiento del espíritu.

En cuanto a las "nubes que pasan", si que os diré que mi primera profesora de Yoga utilizaba esta ejemplo. Nos indicaba que dejáramos los pensamientos y simplemente los observáramos justo como eso, "como una nube que pasa". También existen otras "formas" como, actuar como si nuestra mente fuera una pantalla de cine y tú un mero expectador... Pero sobre todo y ante todo, no hay que juzgar, sólo observar desde fuera y volver al flujo de la respiración.

Diréis que soy pesada, pero es tanto lo que aporta, tantísimo beneficio, que os animo encarecidamente a llevarlo a la práctica.


Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

viernes, 23 de mayo de 2014

Esfuerzo y trabajo

Este buda que veremos hoy para reflexionar más que el del trabajo, lo llamaría el de las ocupaciones... pero vaya, es sólo mi opinión. Veamos qué os parece:


El buda del trabajo


"Mejor es vivir un día haciendo 
un esfuerzo extenuante que vivir 
un centenar de años perezosa y 
apáticamente".

Los monjes zen dedican muchas horas al día a tareas aparentemente pesadas y monótonas, como barrer hojas o cortar leña. Pero, a diferencia de muchos occidentales, consideran este tipo de trabajo como una oportunidad de purificarse.


Imagen encontrada en arquisos

Las actividades sencillas nos ligan a la tierra y ayudan a poner en circulación las ideas. Mientras que el pensamiento ocioso puede quedar atrapado en preocupaciones inútiles, ¿cuántas ideas geniales no habrán aflorado mientras alguien lavaba platos o limpiaba una chimenea?.

Estas tareas son, además, una excelente ocasión para meditar mientras se fluye con lo que se está haciendo.

Cary Grant declaró una vez: "Mi fórmula para la vida es muy simple. Me levanto por la mañana y me acuesto por la noche. En medio, trato de ocuparme lo mejor que puedo".


El zen corredor

Una forma muy activa de meditar es practicar jogging. Los corredores avezados aseguran que hay un momento en la carrera en el que notan cómo su mente "se desconecta" y el cuerpo fluye armoniosamente en el espacio.

Considero que este tipo de trabajos sencillos de los que habla, recoger hojas, cortar leña, si bien pueden resultar monótonos, cansinos y tediosos, si se llevan a cabo como una tarea a realizar con minuciosidad y sin la premura de un jefe que te está apretando los tornillos, hasta pueden llevarse de forma "placentera".. por eso no termino de ver lo del "buda del trabajo". Los trabajos físicos pueden ser duros, pero bien es cierto que, tras ellos, la persona descansa sin problema. Cuando los trabajos son de otro tipo, la mente sigue y sigue tras terminar y el estrés hace más mella en la persona... A mi modo de ver, claro.

Como ejemplo de ello, considero que un agricultor o alguien que tenga un huerto y que coma y más o menos viva de él, debe estar bastante menos estresado que cualquier hombre de oficina.

Otra de las actividades que también me parecen algo "tediosas" es el jogging o la natación y admiro a las personas que las realizan de forma cotidiana. A mí me resultan en cierta forma aburridas y no me extraña que la mente desconecte, porque 1) debe ocuparse de enviar oxígeno para la tarea más importante que se está realizando en esos momentos y por tanto, los músculos deben estar debidamente oxigenados para poder continuar y 2) si la mente no desconectara, no se podría fluir y dejar que el cuerpo siguiera y siguiera con esa carrera o esos largos... Como digo esto es muy de mi opinión y desde la ignorancia, porque nunca lo he llevado a cabo, precisamente porque cuando lo he intentado, me ha resultado monótono y he pensado que no era para mí. Cada persona encuentra su forma, su actividad.


Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.


viernes, 16 de mayo de 2014

Partes de un todo, pero independientes

En este #ViernesdeReflexión creo que me he puesto muy seria, pero también considero que no es para menos. Vosotros juzgaréis por vosotros mismos y opinaréis al respecto.


El buda de la independencia


"El ser es maestro del ser; 
¿quién más podría ser el 
maestro?". 

El poeta americano Walt Whitman se cuestionaba sobre la naturaleza de la independencia, que veía como "La libertad de todas las ataduras excepto las de tu propio ser, que se somete a las leyes universales". Sobre su postura ideológica y vital, afirmaba: "Soy un radical entre radicales -pero no pertenezco a ninguna escuela".

Puesto que no es una religión propiamente dicha, el budismo puede combinarse -completamente incluso- con otros credos. Sin ir más lejos, en China el budismo, el taoísmo y el confucianismo coexisten desde hace siglos enriqueciendo la cultura más ancestral que ha llegado hasta nuestros días.

Sobre estos procesos, el pensamos Raimon Panikkar opina que el futuro espiritual de la humanidad pasa necesariamente por la germinación mutua de todas las creencias y tradiciones. Pues la globalización no debe consistir en una cultura dominante que anule a las otras, sino en un crisol en el que las voces del mundo puedan entretejerse hasta formar un tapiz rico y armónico.


Imagen del blog Día tras día,
en su entrada "Como partes de un todo"


Tú eres el arquitecto

Aunque escuches a mil maestros y líderes -y extraigas enseñanzas de todos ellos-, no permitas que piensen por tí. Las doctrinas e influencias son como los ladrillos con los que cada uno se construye su casa, pero el arquitecto de la propia espiritualidad sólo puede ser uno mismo.

Espero que Raimon Panikkar sea o fuera un visionario y que su opinión se convierta en una realidad, por el bien de la humanidad, por el bien de este mundo...

Si hay algo que me pone de muy mal talante, por el hecho en si y por la enorme impotencia que siento, es ver que a lo largo de la historia, unas culturas han anulado por completo a otras... El ser humano se ha movido (y se mueve) conquistando y destruyendo, da lo mismo sea esto o aquello, lo importante es llegar con unos intereses que prevalecen por encima de todo y machacar, destruir, anular, liquidar todo lo que había en el lugar. Lloro por unas sabidurías de siglos conviviendo con la naturaleza, lloro por esa anulación del mundo espiritual.. me siento terriblemente impotente. Pero esto, se sigue dando, se sigue destruyendo, seamos o no conscientes.

No permitáis que os anulen, que os laven la cabeza... construir según experiencias vividas, según vuestras investigaciones, lecturas, etc. Si tomamos lo mejor de todas y cada una de las personas, de las culturas, seremos mejor y haremos un mundo mejor.

No os quedéis con lo que os digan porque si, refutarlo, probadlo, vividlo... y hacedlo vuestro, para poder expresar y vivir con vuestros gestos y palabras. Anarbolad la bandera del Respeto.


Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

viernes, 9 de mayo de 2014

Afectos que vienen y van

Llega nuevamente nuestro #ViernesdeReflexión de la mano de mi librito, así que, vamos a ello.


El buda de los afectos


"Quien ama a cincuenta personas
tiene cincuenta aflicciones".

Todo cambia; las personas también. Amigos con los que teníamos mucho en común se convierten, con el paso de los años, en perfectos extraños. Algunos lo lamentan y censuran a sus viejos camaradas, olvidando que quizá también ellos han dejado de ser lo que eran entonces.

Los afectos son caros de mantener y nos someten a continuas pruebas y dificultades. Como en una rueda que avanza por múltiples y variados caminos, conservar el roce con muchos amigos produce al final un gran desgaste. Pues no hay nada tan exigente en la vida como las relaciones humanas.

Hay quienes prefieren tener pocos -y buenos- amigos a extraviarse en constantes relaciones sociales. Sin embargo, no hay que olvidar que los demás son una excelente piedra de toque para nuestro desarrollo personal. Todos somos iguales y a la vez diferentes. La diversidad humana es la mejor escuela para un espíritu flexible.



El AMOR es la Única manera 


Deseos altruistas

Muchas religiones coinciden en que los deseos -o los pensamientos positivos- tienen mucha más fuerza cuando buscan el beneficio de una tercera persona. Si vas a encender una vela en una iglesia, por ejemplo, trata de pedir para alguien que tenga una necesidad más acuciante que la tuya.

Pues no puedo comentar mucho aquí... no era cuestión de saltarme el capítulo. No llevo esto bien, no llevo bien eso de que las personas desaparezcan sin que pase nada... En ocasiones pienso que tengo más contacto con personas que están lejos y gracias a este mundo virtual, que con otras más cercanas... Sea como sea, hoy por hoy, tengo a unas cuantas personitas con las que mantengo el contacto gracias a las nuevas tecnologías y no quisiera perderlas... así que, así estamos, jejeje.


Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

viernes, 2 de mayo de 2014

Satisfacción

En este #ViernesdeReflexión habrá mucha gente que tenga puente; si no me equivoco, en Madrid es festivo, así que, quien tenga la suerte, ¡a disfrutarlo!. Yo sigo con mis Reflexiones que si además de servirme a mí, sirven aunque sea a una personita, feliz como una perdiz =^D.


El buda de la satisfacción


"No se debe despreciar lo que 
se ha conseguido, ni envidiar a
los demás. Un mendicante que 
envidia a los demás no alcanza 
la concentración". 

Sólo a través del dominio de uno mismo podemos hallar satisfacción en nuestra existencia cotidiana. Para ello es tan importante saber valorar nuestros éxitos como no envidiar a los demás.

La envidia freno nuestro progreso espiritual y nos aleja de nuestros objetivos, ya que mientras se mira por dónde anda el otro, uno deja de recorrer su camino. Cada persona debería guiarse por sus propias motivaciones y metas sin prestar atención a lo que hagan los demás.

Actuar por imitación o por revancha es propio de seres inferiores como los monos y los loros. Por eso es importante labrarse el propio sendero y tratar que el viaje de la vida sea lo más ameno y agradable posible. Hay muchas pequeñas luces antes de la gran iluminación, pequeños éxitos que nos ayudan a conquistar las cotas más altas.

De lo pequeño surge lo más grande. Disfrutémoslo cada día y recorreremos satisfechos el camino de nuestra realización personal.

Imagen de la página Club Superación


Placeres mínimos

Philippe Delerm recoge en su libro El primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida la magia de las satisfacciones modestas como el olor de las manzanas, la lectura en la playa o un jersey en otoño. Elabora tu propia lista de instantes de felicidad.

Este buda me parece terriblemente complicado... las cosas como son. ¿Por qué?, pues porque yo si que siento envidia, sana, pero envidia al fin y al cabo. Porque ver alguna persona que tiene algo que a mí me gustaría tener, pues no puedo evitar el pensarlo. Por ejemplo, no puedo evitar pensar en que me encantaría vivir en otro tipo de vivienda y sobre todo y por encima de todo, más en contacto con la naturaleza... esto me pesa lo que no está en los escritos. O por lo menos, me gustaría tener un sitio en el que perderme los fines de semana, festivos, vacaciones o bien otros días que se tercien. Cuando llegan vacaciones o fines de semana y esto se queda "vacío" y la mayoría están en casa de los abuelos o similar, en el campo y mi hijo no tiene con quien jugar en el parque, pues "sufro" por él y por mí... No puedo evitar pensar en cómo sería, en cómo disfrutaría... Siempre pienso que tal vez sea un sueño que en algún momento se haga realidad y esa es mi esperanza.

En cuanto a los placeres mínimos... me parece una idea ¡¡¡maravillosa!!!. Alguna vez he leído una lista de este tipo y es cierto, automáticamente te sientes mejor. Me parece que buscaré algún huequito para elaborar la mía y si lo hago, la enseñaré en éste, mi rinconcito.

¡¡¡Feliz Fin de Semana!!!.


Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

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