viernes, 28 de febrero de 2014

Cocorina y el puchero mágico

Hablar de Cocorina para mí es hablar de Mónica Carretero, su ilustradora. No sé cuándo la conocí, no sé con qué ilustración fue, pero llegó a mis ojos a través de la red social de facebook y fue un amor a primera vista. Me quedé tan sumamente maravillada con sus ilustraciones, en todos los sentidos, que ya no le pude perder de vista.

Creo que es la primera vez que llego a un cuento, a un álbum ilustrado a través de su ilustrador/a y no de su autor/a. En mi mente sólo rondaba hacerme con uno de "sus Cuentos". Lo que llegaba a mis oídos era altamente atrayente y buscaba información sobre dichos ejemplares.

Acercándose el cumple de Cucolinet, hice un trabajo de selección de cuentos e intenté informarme de todos y cada uno de ellos buscando referencias en editoriales, además de en blogs y en páginas. Con una lista importante, busqué en las bibliotecas cercanas y allá que me recorrí tres de ellas para ver todos los libros que para mí eran candidatos (aún sabiendo que irremediablemente tendría que elegir para el cumpleaños dos a lo sumo; sin embargo, sólo uno llegó para el cumple y tuvimos que esperar mejor ocasión para ampliar un poquito más).

Pero me faltaron dos por encontrar que no estaban a mi alcance, que no pude leer, ni "bichear" (me encanta esta palabra y la he atesorado para estos menesteres). Uno de ellos fue precisamente de Cocorina...

Sin embargo, quiso la suerte, que cuando nos fuimos a la caza final de los elegidos (seguía en mi lista Cocorina a pesar de no habler podido bichearlo), encontrara el puchero... sin más, lo agarré con fuerza sobre mi pecho y no volvió a la estantería; no había duda alguna, era uno de los elegidos y pasaría a englobar su pequeña biblioteca, una vez abriera los regalos de Reyes.



Entonces supe que su autora era Mar Pavón y comprobé que el tándem no podía ser más chispeante, fresco, alegre, resolutivo... versátil. También pude recordar que, en una de nuestras visitas a la biblioteca, se vino con nosotros otro álbum ilustrado con esta maravillosa pareja (otro día hablaré del mismo) y que nos encantó muy mucho. Así que si véis algún cuento, de estas dos mujeres, ni lo dudéis por un instante, ¡¡¡cazadlo!!!.

Cocorina es una simpática y ocurrente gallina que tiene tres hijitos y como madre, cuida de ellos con todo el amor y el cariño del mundo. Ésta no es ni la primera, ni la última historia de Cocorina y ha sido galardonado con varios premios. Aborda el espinoso y preocupante tema del acoso escolar, evidentemente enfocado a niños pequeños. Sus polluelos son testigos e incluso el blanco de algunas que otras burlas y de la incompresión. Estas circunstancias serán motivo de preguntas a su mamá que, con un desparpajo y una resolución envidiable, mandará todo mal sentimiento y mala energía al puchero para proceder posteriormente a reciclarlos como es debido.

Si no era todo esto lo suficientemente irresistible, debo añadir que está escrito en verso, que le da un ritmo aún más encantador a la historia.

En resumen, un título imprescindible =^D.


Ama por encima de todo

Nuevo #ViernesdeReflexión, vamos a ello:


El buda del desapego


"Lo que es impermanente no
ofrece alegría, no vale la pena
saludarlo, no tiene ningún valor
ambicionarlo".

Para llegar al nirvana es necesario lograr el desapego de los bienes materiales, de las metas, incluso de nuestros seres queridos. Esto último en ocasiones da lugar a confusión.

No se trata de no amar, sino de amar de otro modo, de una forma más amplia. No se ama más a un padre, por ejemplo, deseando que siempre esté allí -lo cual es imposible-, sino viviendo intensamente el día que podemos compartir con él.


Imagen de la página Angélica García coach

Por otra parte, un amor selectivo hundirá nuestros pies en el barro del samsara, lo condicionado. Para el budismo es incoherente amar a unos e ignorar -odiar incluso- a otros. Un corazón generoso ha de mostrar su naturaleza en todo contacto humano. De lo contrario, ese sentimiento no puede ser puro.

¿Confiarías en un tendero que te trata correctamente pero engaña a otro comprador?. ¿No sería lógico pensar que otro día puedes ser tú el engañado?. Del mismo modo, los que odian a otros pueden acabar dirigiendo -si las cosas se tuercen- esa misma hostilidad hacia otros. No hay mayor desapego que amar a todo el mundo incondicionalmente.


Fluye con el Tao

El taoísmo predica que no hay que atarse a nada, sino fluir con la esencia cambiante de la realidad. Quien fluye con el cambio, se siente a gusto en todas partes y atesora sabiduría en el camino.

Fácil decirlo, difícil entenderlo y más aún, llevarlo a la práctica... En el Budismo una de las cosas que se enseñan es que todos formamos parte de un Todo. Nuestra esencia es la misma. Somos parte del universo y por tanto formamos una unidad con él. Si esto es así, no podemos odiar una parte porque nos estaríamos odiando a nosotros mismos.

El amor puede mover montañas, pero debería ser un amor adulto, un amor en el que se forme una unidad, pero también deje que cada uno sea un individuo completo en su individualidad. Ambos juntos, caminando de la mano... (si hablo de pareja, claro). Y aquí ¿que entendería yo por desapego?, pues justo poder ser en nuestra individualidad, de forma que no dependiéramos en ningún momento de la otra persona para seguir siendo, para seguir sintiendo y para seguir evolucionando y amando.

Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

martes, 25 de febrero de 2014

Préstamo infantil en Biblioteca de adultos

Tiempo ha pasado desde aquella primera visita a la Biblioteca donde yo me echaba las manos a la cabeza ante mi peque sin control corriendo y cogiendo cuentos sin parar, que no daba yo de mí para seguirle. Era muy peque  en aquel entonces, no obstante al tiempo volví a intentarlo y continuamos haciendo visitas de vez en cuando. Al iniciar el período escolar con 3 años, ya lo tomamos como una rutina, así que cada 15 días, tenemos visita a la Biblio.

Por lo general vamos los tres y mientras mis chicos leen algún cuento (o el padre de la criatura intenta leer el que éste le trae..., porque al momento sale rumbo a la otra punta y le deja con la palabra en la boca X^D), yo voy leyendo títulos, viendo portadas y cogiendo algún que otro cuento para llevarnos a casa. En ocasiones él elige alguno que otro, así más o menos todos decidimos sobre los títulos que nos acompañarán unos días en nuestro hogar. Pero las dos últimas ocasiones, el papá tenía cosas que hacer y nos fuimos Cucolinet y yo.

Casualmente en estas últimas visitas, yo quería llevarme un par de libros de la Biblioteca de adultos; así que para agilizar la visita, llevaba anotadas las referencias de los mismos (consultadas previamente vía web). La sorpresa fue que mi peque, ahora está tan acostumbrado a los pasillos llenos de libros, que le da lo mismo que no sean cuentos, ni álbumes ilustrados, así que agarra el libro que le llama la atención, se sienta en unas sillas que hay por allí dispuestas y con el ejemplar sobre las rodillas, curiosea mientras pasa sus hojas y no para de charrar para contarme esto o lo otro del libro en cuestión.

Y lo más de lo más, ayer, en nuestra última visita, cogió un libro enorme, tipo enciclopedia, que versaba sobre la evolución de los felinos con una letra minúscula. Se sentó en el suelo a mi lado, pidiéndome que se lo leyera, mientras yo me devanaba los sesos porque no encontraba la referencia correcta. 

Tras convencerle de que no era un libro como para leerle aunque nos lo lleváramos a casa, cogió otro y dijo que se lo llevaba a casa y quería verlo. Le comenté que era todo letras y que "tenía poco para ver" (en cuanto a dibujos o ilustraciones se refiere), pero él me dijo muy convencido "da lo mismo mamá, es que quiero verlo". Tras reírme, no pude evitar el sentirme orgullosa dado su interés por los libros. No iba a ser yo quien coartara su elección indicándole que no era un libro para niños o que no fuera apropiado para él. Feliz y con una sonrisa dibujada en su cara, se dirigió al mostrador y le dió él mismo el libro a la Bibliotecaria, mientras yo le dejaba otros dos.

Ya tenemos el libro en casa y no sé qué pensar sobre sus preferencias y qué nos deparará el destino con estas elecciones, porque el título del ejemplar en cuestión no es otro que: "Es fácil meterse a la gente en el bolsillo"... espero no ser la primera persona sobre la que practique tal arte... o ¿tal vez ya lo haya sido?, yo creo que va a ser que si.

viernes, 21 de febrero de 2014

El rey Hugo y el Dragón

Éste es el segundo viernes en el que hago doblete, y es que ya os comenté que el carnaval puesto en marchar por La Colina de Puck no podía gustarme más, así que, aquí estoy.

Hoy os hablo de un dulce álbum ilustrado de Peter Bently y Helen Oxenbury, publicado por la Editorial Juventud. Se trata de El rey Hugo y el Dragón.


Tres niños pequeños y su imaginación, no se necesita nada más para jugar y pasarlo en grande. Reyes, soldados, castillos con sus puentes levadizos... dragones, monstruos contra los que hay que luchar... valentía pero también miedo... Todos los ingredientes que hacen pensar en la infancia y en los juegos de rol, tan sumamente importantes para el desarrollo de los niños.

Sus ilustraciones van del blanco y negro, a ilustraciones a todo color muy expresivas que llenan sus páginas.

Mi peque y yo siempre sonreímos ante las tretas del más peque de los niños y es que cada uno, está en su papel, como debe ser. 

Y ¿qué ocurre con los juegos de los niños?, pues que a veces se harían eternos, pero aquí estamos los adultos para poner fin y para recordar que hay que descansar, así que poco a poco, ven su juego interrumpido. Pero eso sí, el juego es truncado por los papis que se llevan al valiente rey Hugo entre mimos y juegos. 

Espero que os guste.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*






Relativizando

Un nuevo #ViernesdeReflexión en este rinconcito. En este caso, mi neurona secuestrada debe estar bajo mínimos porque no he sido capaz de encontrar o pensar en una imagen que encaje con esta entrada, así que allá va, "a pelo".


El buda de la relatividad


"La verdad es aquello que
produce resultado".

Una mente clara debe aprender, por encima de todo, a desarrollar el sentido práctico para ayudar a los demás y a uno mismo. Las religiones, las ideologías y creencias -el budismo entre ellas- son positivas en la medida que nos hacen la vida más fácil.

Por lo tanto, no hay que tener ningún reparo a la hora de tomar de cada filosofía aquello que nos sea más útil y enriquecedor, y dejar de lado el resto del dogma. Puesto que no existen las verdades absolutas, deberíamos tomarnos la vida -y cualquier precepto- con relatividad.

De vez en cuando es bueno revisar las convicciones: ver cuáles nos han hecho avanzar y cuáles nos han frenado. Lo que es bueno para unos, puede no serlo para otros. Hay quien necesita un modelo vital rígido para evitar la dispersión, y hay quien -por su rigidez natural- necesita un estímulo en el sentido contrario: romper las cadenas que le atan a sí mismo.

Como un restaurante en el que escoges el menú a la carta, nadie más que tú puede saber aquello que te conviene.


Compárate con los de abajo

Nunca es bueno compararse, ya que mirar lo que han conseguido otros nos desvía de nuestro propio camino. Pero si hay que hacerlo, que sea con los de abajo: para valorar lo obtenido y ayudar a los rezagados a recorrer el camino.

Recuerdo una conversación hace mucho tiempo, en una clase de Yoga... no sé porqué salió el tema de la verdad absoluta y hablando la profesora nos dijo lo mismo que aquí, que la verdad absoluta no existe y tras pararme unos segundos y pensar dije "que la verdad absoluta no existe ya es una verdad absoluta"... quedaron todos pensando... ¿rebuscada que es una?, tal vez X^D.

Pero esto nos sirve muy bien para no tomar nada en tu totalidad como absoluto, no ser extremista, no ser sectario... fuera de tu filosofía, hay muchas cosas buenas, no tienes porque pensar que sólo lo tuyo es bueno. Lo mejor es "confeccionarte" tu propia filosofía tomando cositas buenas de aquí y de allá y sobre todo, cositas que a tí te hagan bien, con las que te sientas bien y te ayuden a crecer como persona.

Entre otras cosas el Yoga siempre indica que no debes compararte con nadie, salvo contigo mismo, para ver tus progresos, para marcar tu camino. La sugerencia de "compararse con los de abajo" no termino de verla, sólo para ver tal vez lo bueno que tienes en tu vida. Ya debes ser una persona muy equilibrada para, si lo haces en otros sectores de la vida, no vanagloriarte por tus logros.

Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

viernes, 14 de febrero de 2014

El monstruo peludo

Ea, así soy yo, que lo mismo casi no paso por aquí, que me da por hacer dos entradas en un mismo día. Y ¿a qué es debido esto?, pues a un carnaval bloguero de La Colina de Puck. El carnaval no podía ser de otra cosa más que de cuentos, of course y aquí, a una servidora, los cuentos le chiflan... que tenía yo además un mono de hablar de cuentos por aquí que para qué.

Ya este verano, si no recuerdo mal, mi querida Gallinita Pintadita propuso compartir nuestra lecturas cuenteras con el hastang #hoyleemos, y así lo vengo haciendo desde entonces por Instagram y por Facebook (comparto y poco más, porque no me da tiempo a pasarme a ver qué más se ha compartido con dicha etiqueta). También intento ir acumulando anotaciones sobre cuentos que me resultan interesantes en el tablón creado para tal fin en Pinterest, así, cuando debo buscar un cuento para mi peque, abro mi tablón y lo tengo todo todito.

Bueno, que me pierdo, todo ello para deciros que me pareció tan chula la idea que, si puedo, hablaré por aquí de cuentos algún que otro viernes.

Y hoy toca El monstruo peludo, de Henriette Bichonnier y de la mano de la Editorial Edelvives. Se trata de un librito pequeño, de tapa blanda y muy económico. Lo conocimos a través de un cuentero que nos conquistó el corazón. Hablo de Fran Pintadera (creo que ya he hablado de él por aquí). Si tenéis ocasión, no os lo perdáis, tanto en sus cuentos para niños, como para adolescentes, adultos, mujeres o en sus talleres ;^).



Este cuento podría ser una versión humorística de La Bella y la Bestia, porque hay un monstruo y también una princesa. Pero la historia tiene un giro que encantará a grandes y pequeños y, donde el miedo a los monstruos, se convertirá en carcajadas ante la pillería, imaginativa y gran humor de la princesita vivaracha. Si os pasa como a nosotros, os encontraréis compartiendo con vuestros peques retazos de la conversación entre princesa y monstruo en cualquier momento y situación.

Debo decir que a nosotros nos gustó otra versión del final de cuento, la de Fran. En concreto, a mí me parece más razonable y acorde con el caracter de la mozuela y su edad. Nos la hemos aprendido en casa y el peque casi lo dice todo de corrido, jajaja, pero para gustos... los colores.

Y para terminar podéis pinchar justo AQUÍ y os descargaréis un PDF que he encontrado chulísimo. Se trata de una guía de lectura que habla de la autora, el argumento, temas, actividades para hacer con los peques, inventar otro final, dibujos y sugerencias para más actividades... lo he descubierto y ya lo tengo guardadito. Ahora no le podré sacar el máximo rendimiento por la edad de mi peque, pero estoy segura que le encantará y nos servirá durante mucho tiempo.

* - * - * - * - * - * - * - * - * - * - * - *
An InLinkz Link-up

Tolerancia y comprensión

Como decía una antigua compañera de trabajo, con la que me partía de la risa... en cuanto se acercaban las fechas navideñas, decía que entraba en su período de "tolerancia y comprensión", jajajaja... ay, lo que me reía yo con ella... Qué recuerdos... Veamos el porqué de estas palabras:


El buda de la tolerancia


"En cualquier batalla pierden 
tanto los vencedores como los 
vencidos". 

La mejor manera de salir bien parado de una pelea es, sencillamente, no empezarla. Las discusiones suponen una importante fuga energética que nos restan fuerzas para acometer las cosas verdaderamente importantes. Casi siempre es mejor callarse -o dar incluso la razón a quien no la tiene- que enzarzarse en polémicas que crecen como una bola de nieve.

Contra las batallas innecesarias -y desgastantes- de la vida diaria se impone la tolerancia. Y, como dice el Dalai Lama, "en la práctica de la tolerancia no hay mejor maestro que un enemigo".

El primer paso para acortar la distancia que nos separa de los demás es comprender que todo el mundo tiene básicamente las mismas necesidades. Todos deseamos ser felices, obtener el respeto de los que nos rodean y estar sanos. Por lo tanto, lo que nos une es mucho más obvio que lo que nos separa. 

Si tratamos a los otros como seres más próximos, nuestras relaciones con ellos serán mucho más fáciles y enriquecedoras.


Imagen de la página Imagui



Metta bhavana

Esta es la meditación budista en cinco estadios para aplacar la rabia que nos ha causado una persona o situación determinada:

1.- Siéntate e intenta experimentar sentimientos de calor, amabilidad y buena voluntad hacia tí mismo. No se trata de pensar sino de sentir estas emociones.

2.- Piensa en un amigo y trata de desarrollar sentimientos de amor aún mayores hacia él.

3.- Elige una persona "neutral" -alguien que normalmente te resulta indiferente- y esfuérzate en dirigir sentimientos de ternura y humanidad hacia ella.

4.- Piensa en algún "enemigo" -o alguien con quien te cueste comunicarte- y trata de desarrollar sentimientos de calor, bondad y comprensión hacia él.

5.- Finalmene, reúne en la mente a las cuatro personas -tú, el amigo, la persona neutral y el enemigo- e intenta albergar sentimientos de afecto hacia los cuatro. Visualiza cómo ese amor se expande hacia las personas de tu entorno, a tu ciudad, país, al mundo entero.

Casi siento que este buda está hecho para mí, jajaja... y es que no me gustan absolutamente nada las "movidas", las discusiones, gritos, enfados, encontronazos... nunca me han gustado... casi prefiero callarme que hacerle daño a la otra persona con las palabras que puedan salir de mi boca en esos momentos. Al final acabo pasándolo fatal por varios motivos: por la movida en sí, por lo que estoy oyendo, por lo que me estoy callando y por el conjunto en general que después me tiene varios días fatal, porque no sólo lo acusan mis nervios, también mi aparato digestivo, mi salud en general... así que huyo de las "movidas" como alma que lleva el diablo.

Hay personas a la que les ocurre todo lo contrario, que les gusta discutir. En realidad sólo se me ocurre que esto puede ser debido al Ego, ese tener que demostrar que uno lleva razón, que se está por encima de los demás, que otra persona no se va a salir con la suya o cosas similares... Así que ese "Super Yo" no puede permitir dependiendo qué tipo de cosas.

Tal vez yo soy más de "pasar" y eso me recuerda a la película Hotel Transilvania y que si no la habéis visto, os recomiendo encarecidamente tanto si tenéis peques como si no, porque es una auténtica ¡¡¡PASADA!!!. Bueno, a lo que iba, en esta película, un humano llamado Johnny dice que "hay que pasar" y el hombre lobo dice algo así como "el muchacho sabe pasar". En otro momento también dice Drácula que deberá "pasar" al igual que hace Johnny... Todo esto si no lo habéis visto no tendrá sentido, así que, a verla se ha dicho. Pues eso, que yo tal vez sea más como Johnny ;^).

En cuanto a la meditación.. ardua tarea, pero también os la recomiendo, es un ejercicio que puede enfrentaros con vuestro propio ego y salir calmados y en paz. Incluso puede que algo cambie con vuestro/s enemigo/s puesto que no olvidemos que, en ocasiones, lo que vemos en los demás, es un propio reflejo de lo que se cuaja en nosotros mismos.

Y a vosotros/as ¿os cuesta ejercitar la Tolerancia?.

Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.


miércoles, 12 de febrero de 2014

Así fue mi tercer año de Roscón

Lo sé, lo sé... a buenas horas mangas verdes, ya pasó tiempo como para que venga yo ahora a hablar de Roscones, y menos, de los de Reyes, pero es que era ahora... o nunca.

Tercer año haciendo el Roscón en casa, tercer año consecutivo más feliz que una perdiz y disfrutando de la operación roscón. Tan contenta e ilusionada que me da por narrar más o menos cómo va el tema con etiquetas o hatangs. Y tercer año, con tercera receta, porque hasta ahora, no he repetido.

En esta ocasión ví la entrada de Marietta que hace unas cositas de quitar el hipo y con unas fotos preciosísimas y pensé: "si es receta tradicional y encima de su abuela, la Gran Marietta, éste lo tengo que probar yo" y dicho y hecho.

Así que tomé buena nota de la Receta y me puse manos a la obra:

Imagen de la página Sweets & Gifts by Marietta
No voy a volver a repetir la receta porque mejor que en la página de Marietta no la váis a encontrar. Eso sí, os contaré mis quebraderos de cabeza.

Andaba feliz de la vida con mi Roscón, su preparación, proceso y levados, cuando en el último levado que debía realizar, la cosa se quedó como que muy parada... ay madre, que se me había quedado chuchurrido y pequeñito... ¿dónde estaba mi super roscón?, ese que yo había visto en mis pensamientos...

Decidí dejarle levar algo más, pero la cosa no mejoraba... Estábamos comiendo y yo no lo perdía de vista. Mi marido me decía que tanta vigilancia... que no se me iba a escapar, vaya; y es que me iba y me venía y tenía un intringulis que para qué.

Le pregunté a Marietta en su página de Facebook, pero no estaba conectada y yo tenía que buscar soluciones. Por algún sitio leí (ahora no recuerdo dónde... eso me pasa por tardar tanto con las entradas y no tomarme nota), que para forzar el levado y que creciera más, se podía poner el horno a 50ºC, apagarlo cuando alcanzara la temperatura y meterlo dentro cubierto. Así que manos a la obra para que mi Roscón fuera el de mis pensamientos.

Lo cierto es que tiene mucho que ver la temperatura, corrientes y humedad que se den donde se esté realizando el Roscón para que éste salga de una forma o de otra y que sea todo un éxito y esté esponjoso o bien sea todo lo contrario... por lo menos eso dicen.

Ahí dejé mi Roscón crudo formado, abrigadito y al calorcito, mientras yo me relajaba un poco en la sobremesa viendo alguna peli con mis chicos. Lo dejé más tiempo, porque a la hora no había levado mucho. Así como a las dos horas y media, casi ya no me acordaba y me asomé a ver cómo andaba y oooohhhhhhh, ése si que era Mi Roscón, el que yo había visualizado, jajaja, todo levadito, grandote y con gran pintaza. Lo saqué, lo pinté con huevo, lo adorné con naranjita confitada (riquísima) y azúcar y al horno.

Cuando finalmente ya estaba para sacar del horno, me embargó una alegría y orgullo... llamé a mis chicos para que vieran la pinta con la que finalmente había quedado y lo sacamos para que se enfriara. No quedaba otra que esperar, porque sería nuestro desayuno del día siguiente, el día de Reyes.

Y es que no hay nada como hacer las cosas en casa, ya sólo con la satisfacción que siento tan sólo viendo la carita de mis chicos, sobre todo la de mi peque, es una grandísima recompensa. Si a eso le añado hacer las recetas lo más sanas posibles y ayudar a la economía familiar, pues feliz feliz felicísima, las cosas como son.

Ya puse alguna foto por facebook, pero no es cuestión de dejar la entrada huérfana de ellas, así que, aquí va alguna.




viernes, 7 de febrero de 2014

Creciendo

Ha llegado Febrero... ¿os habéis dado cuenta?... ¡¡¡pero si hace nada se acercaban las Navidades!!!. Cómo pasa el tiempo... El capítulo de este Viernes trata del crecimiento interior, ¿estáis preparados para recorrer el camino?.


El buda del crecimiento

"Los ingenieros guían el agua, 
los flecheros hacen buenas 
flechas, los carpinteros alisan la 
madera, pero el sabio se hace a sí mismo". 

Para el budismo, las cualidades interiores -la belleza del alma- son más importantes que las actuaciones "de cara a la galería". Un albañil puede ampliar nuestra casa, un sastre vestir nuestro cuerpo, un profesor instruirnos en un conocimiento concreto... pero la tarea de crecer interiormente está reservada a cada uno. Nadie puede hacer por nosotros nuestro peregrinaje.

En la senda del crecimiento personal, el ente superior se moldea a sí mismo alcanzando cada vez un mayor grado de perfección, reencarnándose en vida para dar nacimiento a un nuevo "yo" lleno de más luz.


Imagen de la página Lágrimas de ángel

Es posible que a lo largo de la existencia haya más de una iluminación. Tal vez no alcancemos nunca una revelación tan trascendente como la de Siddhartha Gautama, pero podemos conquistar pequeñas iluminaciones que nos sirven de peldaños para una vida más consciente, profunda y armoniosa.


Meditación con plantas

Siéntate en silencio delante de una planta o una flor. Focaliza en ella tu atención. Piensa que, al igual que brota la semilla, en tu seno anida un mundo de perfecciones que esperan ser desveladas. Intenta conectar con tu calma interior. Siente cómo esta calma se transmite a todos tus miembros hasta llegar a tu mente. Respira el oxígeno de la liberación.

Existen personas que esperan que alguien tenga la fórmula mágica para crecer.. alguien que les haga sentir bien, alguien que les diga que tomando esto o aquello todo se resuelve... Pero no es así, nosotros tenermos nuestro propio trabajo por hacer, tal vez el más difícil, pero posiblemente del que más resultados vamos a obtener.

El Miércoles una dulce amiga me comentaba que los "pacientes" somos justamente eso, porque nos quedamos en espera de que se solucine nuestra dolencia o que nos la solucionen los profesionales de la salud, cuando deberíamos ser también parte activa para la recuperación...

Pues nuestro crecimiento interior, se dará única y exclusivamente de las acciones que nosotros emprendamos para ello. Podrán darse las circunstancias, podrán llegar maestros que nos ayuden o que nos muestren el camino, pero sólo nosotros tenemos la llave para comenzar la senda que nos hará crecer interiormente.

Y como siempre, vuelvo al Yoga. Significa "Unión" y nada mejor para unir cuerpo, mente y espíritu y conectarnos con nuestro Ser. Quien busque sólo "hacer ejercicio" se equivocará en el camino y tal vez, no habrá llegado su momento. O tal vez al poco, se dé cuenta de que hay algo más y vislumbre un pequeño atisbo de lo que puede significar para él/ella.

Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...